Cuando los sonorenses, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, estaban conspirando contra el gobierno constitucionalista de Venustiano Carranza, pactaron que, una vez derrocado Carranza, su compañero, Adolfo de la Huerta, sería quien tomará el poder por un breve periodo de tiempo para después entregárselo a Álvaro Obregón y que así tuviera él su mandato completo de 4 años.
A pesar de que De la Huerta se mostraba débil, falto de carácter y temperamento suficiente para llevar las riendas del país, se había ganado su lugar entre el pueblo, el ejército mexicano y el nuevo congreso de la unión. Llegada la víspera de elecciones en el país, varios factores jugaron a favor de don Adolfo, empezando por el hecho de que el veterano y sobreviviente Francisco Villa, "Pancho" Villa (Doroteo Arango), se entrevistó con el periodista Regino Hernández Llergo en Canutillo, Dgo. (Mayo de 1922).
En esa entrevista, Pancho Villa selló su destino declarando que aún podía movilizar a cerca de 40 mil hombres que lucharán a su favor, se posicionó a favor de Adolfo de la Huerta diciendo que "Es una buena persona, muy inteligente, y no se verá mal en la Presidencia de la República" y llamó comunista a Plutarco Elías Calles con las siguientes palabras: "Su punto de vista político. . . es el radicalismo. los líderes del bolchevismo en México como en el extranjero, persiguen una igualdad de clases imposible de lograr. . . Es mentira que todos podemos ser iguales. . . Tiene que haber gente de todas las calidades. . . Yo creo que el bolchevismo es una igualad mal entendida; es justo que todos aspiremos a ser un poco más, pero también que todos nos hagamos valer por nuestros hechos, y no aprovechándose del trabajo de los demás. . .Yo nunca pelearía por la igualdad de las clases sociales" [sic].
El temor de un nuevo levantamiento armado sacudió a la recién acomodada élite política del país alineada con Obregón, se le advirtió a Villa. El 20 de Julio de 1923, Pancho Villa fue asesinado junto a varios de sus colaboradores en Parral, Chihuahua.
Se nombró una "comisión de la verdad" para investigar lo sucedido, los resultados apuntaron que: Plutarco Elías Calles era el autor intelectual del crimen, uno de los autores materiales fue Jesús Salas Barraza, Gabriel Chávez proporcionó las armas, y el general Félix Lara dio protección en el cuartel de la zona a los asesinos.
A finales de 1923, Adolfo de la Huerta sabía que el líder del CROM, Luis N. Morones, y el favorito de Obregón, Calles, estaban planeando otro complot. Esta vez en su contra.
Alentado por miembros del Partido Cooperativista Nacional, partió en la noche al estado de Veracruz (posiblemente para escabullirse a los Estados Unidos) y ahí, antes de que capitulará, el general Guadalupe Sánchez lo arrastró a una rebelión armada contra el recién establecido gobierno.
Alentado por miembros del Partido Cooperativista Nacional, partió en la noche al estado de Veracruz (posiblemente para escabullirse a los Estados Unidos) y ahí, antes de que capitulará, el general Guadalupe Sánchez lo arrastró a una rebelión armada contra el recién establecido gobierno.
Rápidamente, el levantamiento fue secundado por todo el país. Primero en Jalisco, luego en Guerrero, Campeche, Oaxaca, Nayarit, Tabasco, Hidalgo, Coahuila y el norte de Veracruz. Según narra el historiador y periodista, Salvador Borrego, De la Huerta contaba con el apoyo de más de la mitad el Ejército Revolucionario, toda la marina de guerra; y gran parte de los ferrocarrileros, los estudiantes, profesores, políticos del congreso y público en general. Lo que obligó a Obregón y a Calles a usar a los ejidatarios para combatir la insurrección.
De fondo lo que había no era un simple lucha por el poder, era el sentir nacionalista de Adolfo de la Huerta, los militares y el pueblo que se negaban a ser súbditos de los Estados Unidos por la ignominiosa firma de los Tratados de Bucareli.
El cónsul Wood habló con Adolfo de la Huerta, el gobierno de Estados Unidos veía aún débil a Obregón y con la rebelión delahuertista pensaron que lo mejor sería sustituir a Obregón por De la Huerta, esto era faltar a lo acordado en Bucareli. Durante la conversación Wood le trató de hacer ver a De la Huerta que lo mejor sería que aceptará los Tratados de Bucareli, así recibiría el apoyo de Washington. De la Huerta contestó: "No puedo dejar un solo minuto de duda sobre mi actitud con respecto a esos arreglos que ustedes mismos, en su conciencia, reprueban" [sic].
Hubo una discusión, y el "prominente" cónsul finalizó haciéndole saber a don Adolfo que desde ahora en adelante estaba "descalificado". Ese día, 29 de Diciembre, momentos después que De la Huerta declarará, de forma no oficial, la guerra a los Estados Unidos, el Departamento de Estado comunicaba desde la Casa Blanca que la venta de armas para el gobierno obregonista había sido aceptada.
Pasaron los días, y el 7 de enero de 1924, el gobierno de los Estados Unidos anunció que desconocía la causa delahuertista y prohibió la venta de armas al gobierno "ilegitimo" de Adolfo de la Huerta. Mientras la rebelión se quedaba gradualmente sin suministros, desde Fort Bliss y algunos puertos estadounidenses salían barcos y vehículos repletos de cargamento militar, incluidos algunos aviones de última generación fabricados en los Estados Unidos.
Los nacionalistas se mantuvieron firmes en su causa, ya no había vuelta atrás. Lograron tomar Villahermosa, asediar Pachuca, acercarse a Puebla y derrotar al General Lázaro Cárdenas en su tierra, Michoacán. Con la marina de guerra de su lado, De la Huerta ordenó capturar el puerto de Tampico, los Estados Unidos enviaron, con pretexto de proteger a su marina mercante, a los cruceros militares "Tacoma" (al Puerto de Veracruz) y a el "Richmond" (a Tampico).
De la Huerta se vio rodeado y derrotado, aceptó que era incapaz de mantener el frente, y escapó a Nueva York el 11 de marzo de 1924. Cándido Aguilar (carrancista exiliado) regresó a México en los últimos días de la rebelión nacionalista, De la Huerta lo dejó a cargo del Gobierno Provisional.
Para ese entonces, la rebelión había perdido su ímpetu, Estrada fue derrotado en Jalisco por Obregón y los otros generales que apoyaron la causa fueron perseguidos. Los muertos se contaron por miles, murieron fusilados más de 32 generales y 7 coroneles de ambos bandos, y después de la amnistía se asesinó aun a más colaboradores delahuertistas.
El fracaso de la rebelión se reduce a las palabras del Coronel Israel del Castillo: "La Base de operaciones de Obregón estaba en los Estados Unidos, mientras que los rebeldes no teníamos base. Y perdimos".
Con los delahuertistas derrotados, Obregón pudo gobernar con tranquilidad lo que le quedaba de tiempo. Entretanto, Calles se movía como un alfil negro entre las sombras del poder tras la silla presidencial.
FUENTES CONSULTADAS
- Yo Maté a Villa - Víctor Ceja Reyes
- Las Sucesiones Presidenciales Durante los Últimos 70 Años - Emilio Portes Gil
- Mis Andanzas por México - Leon Degrelle
- La Batalla de Algibes - Coronel Israel del Castillo
- Muerte del General Serrano - Rodolfo Casillas
- Los Gobiernos de Obregón, Calles y Regímenes Peleles Derivados del Callismo - General Juan Gualberto Amaya.
- Entre las Patas de los Caballos - Luis Rivero del Valle. Memorias de Jesús Degollado Guízar.
- Con mi Cobija al Hombro - General Pedro J. Almada
- Galatea Rebelde a Varios Pigmaliones - Dr. José M. Puig Casauranc
- Lázaro Cárdenas su Feudo y la Política Nacional - Victoriano Anguiano
- Freemasonry and the Presidency, U.S.A. Ray V. Denslow. 1952 - Autorizado por la Logia de Investigaciones de Missouri.
- América Peligra - Salvador Borrego Escalante
- Business Cycles - Joseph Schumpeter
- ¿Capitalismo o Socialismo? - Fritz Sternberg
- Memorias de Joseph Daniels
- Entrevista entre Salvador Borrego y el General Navarro Cortina.
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